17 de abril de 2015


RESÚMENES


MESA 1: Animales y religión


Marcos Cortés Guadarrama  (Universidad Veracruzana, Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias), “De animales e insectos en elFlos sanctorum

En el ámbito hispánico, las vidas de santos fueron una de las lecturas más influyentes de la Edad Media y de los Siglos de Oro. Pero aun cuando el discurso hagiográfico evolucionó con el paso del tiempo, experimentando el cambio de los gustos, las modas y las formas propias de los siglos XVI y XVII, la literatura hagiografía siempre ha conservado, en la mayoría de los casos, la candidez y la frescura narrativa del Flos sanctorum castellano medieval.
            Sin embargo, si hacemos una rápida evaluación de los textos que componen a esta obra, nos sorprende encontrar una abundante repetición de acontecimientos, de situaciones similares y una débil individualización de los personajes. El numeroso grupo de vidas santos mártires, vírgenes, predicadores, etc., parecen réplicas superficialmente diferenciadas de un arquetipo en común. No obstante, el placer textual que hoy encontramos en el Flos sanctorum castellano medieval se debe a que dichos héroes cristianos y sus milagrosas hazañas están en constante convivencia con todo tipo de animales. En efecto, desde bestias de naturaleza fantástica, como el dragón; animales de caza, como el ciervo; animales de carga como, el buey; hasta insectos, como las avispas; y todos estos animales e insectos le otorgan a un texto netamente religioso ––donde Dios y el espíritu del mal son los protagonistas, y donde el hombre es, a la vez, el actor y lo que está en juego––, unas pinceladas de folclor que, además de aproximar a la hagiografía al encanto de las narraciones orientales, celtas, etc., contribuyen a la caracterización de cada una de las vidas santos compiladas.
Así pues el propósito será analizar el papel que juegan los animales e insectos presentes en uno de los primeros incunables de la Península Ibérica: el Flos sanctorum con sus ethimologías.



Tania Jiménez Macedo (Universidad Nacional Autónoma de México), “Aliados del cielo: el papel de los animales en los milagros marianos escritos por Francisco de Florencia”

El milagro fue un microgénero narrativo de suma importancia en la producción literaria de la Nueva España. Durante el siglo XVII apareció en prácticamente cualquier tipo de escritos de carácter religioso, puesto que resultaba un vehículo ideal para la divulgación de contenidos piadosos y didácticos. Entre los exponentes más notables se encuentra el jesuita Francisco de Florencia, sin duda, uno de los eruditos más destacados de la época, por sus contribuciones a la cultura criolla virreinal. Tenaz difusor del culto mariano, escribió una extensa obra que tuvo como tema central las imágenes y los santuarios novohispanos de la Virgen María.
En libros como Origen de los dos célebres santuarios de la Nueva Galicia (1692), Zodiaco mariano (1755), La estrella del norte de México (1688) y La milagrosa invención de un tesoro escondido (1685), el padre Florencia incluyó colecciones de relatos de milagro que guardaban una constante, propia además de este tipo de textos en el siglo XVII: la presencia de los animales como actores en la trama. En este ensayo me propongo analizar los distintos papeles que cumplen ciertas criaturas del reino animal en la narración y los diferentes vínculos que establecen con el ser humano y con lo sagrado, en particular, los casos del caballo, el gato salvaje y el cerdo, que en estas historias llegan a aparecer como “devotos” muy peculiares o incluso alguno como un “ayudante” de Nuestra Señora que impide que un alma pecadora se pierda. En los textos del escritor jesuita quedan confrontados el enfoque bíblico, doctrinal –las bestias al servicio del hombre por designio divino–, y el folclórico –como seres espirituales y ayudantes de la divinidad–.


Nancy Méndez (Universidad Autónoma Metropolitana), “Variedad simbólica de los animales en Los sirgueros de la virgen sin original pecado” 

No resulta una novedad que en Los Sirgueros de la virgen sin original pecado (1620), ─novela pastoril a lo divino─ cuya finalidad del autor, Francisco Bramón, es entregarnos un compendio teológico sobre el misterio de la Inmaculada Concepción y una muestra de la variedad de géneros literarios que abundaban en el virreinato, aparezcan animales dentro de los dos primeros libros y el auto sacramental que aparece al final del texto. Lo que parece interesante es la perspectiva en que se utilizan en la obra: desde el uso poético de los jilgueros para el locus amenus pastoril; el tratamiento teológico de la representación del tetramorfo en el arco triunfal; la comparación de la virgen con el ave fénix en un emblema hasta la simbología mexica de la sugestiva imagen del águila sobre el nopal que aparece en los escudos en la danza final o tocotín. En el presente análisis observaré la importancia simbólica de dichas representaciones



Bárbara Skinfill Nogal (El Colegio de Michoacán, Centro de Estudios de las Tradiciones ) "Los peces en el Mondo Simbolico/Mundus Symbolicus de Filippo Picinelli" 

El Mondo Simbolico del abad milanés Filippo Picinelli, publicado en su lengua original en 1653, es una enciclopedia de empresas y emblemas que estaba destinada primordialmente a los predicadores, aun cuando su autor amplíe el círculo de sus destinatarios a los “Oradores, Académicos, Poetas”, entre otros. Pronto se convirtió en un libro de referencia, a tal punto que se tradujo al neolatín como Mundus Symbolicus 1680, lo que contribuyó en gran medida a su extensa difusión y repercusión en los distintos ámbitos de la cultura europea y americana de los siglos XVII, XVIII y principios del XIX.
            De los trece libros que conforman “El mundo natural” de la obra, cinco están dedicados a los animales. Estos seres irracionales ocupan un lugar relevante dentro del Mondo Simbolico, porque a través de ellos el hombre podía conocer a Dios, aprender de ellos sus virtudes y vicios, y extraer de ellos normas morales para regir sus actos. En este trabajo daré a conocer la zoología simbólica que Picinelli desarrolló sobre los peces y, al mismo tiempo, las metamorfosis morales que sufren estos seres acuáticos, así en un solo animal convive la sinceridad y la hipocresía, Dios y el diablo, es decir, virtudes y vicios de la misma manera que se presentan en el ser humano. El autor confrontó continuamente la conducta y la naturaleza de estas bestias con el comportamiento del hombre a fin de obtener muy buenos ejemplos didácticos destinados a la enseñanza de la doctrina cristiana y de la moral pública




MESA 2:  Intervenciones caninas en la literatura


María de Lourdes Santiago Martínez (Universidad Nacional Autónoma de México), “El perro en la antigua Roma: animal de trabajo y de compañía”

El perro era un personaje necesario en la vida de los romanos, formaba parte de la familia y en ella tenía asignadas diversas funciones, ya como animal de trabajo ya como animal de compañía. Como animal de trabajo, Columela distinguía tres diferentes tipos de perro: el perro guardián (villaticus canis), el perro pastor (pastoralis canis) y el perro de caza (venaticus canis), aunque, según otros autores, cualquiera de estos tres tipos podía granjearse con su ternura el favor del amo y volverse su favorito, para después permanecer en casa, libre ya de tareas, como compañero de juego de los niños. Sin embargo, algunos perros eran elegidos ya desde cachorros (catuli) como mascotas, en especial las perras de pequeñas especies (catulae), porque, al tener un carácter más dulce que los machos, rápidamente ofrecían cariño y compañía a mujeres y ancianas solitarias. De la mano de autores como Columela, Plinio el Viejo, Petronio, Ovidio y Marcial, entre otros, descubriremos la función asignada a cada tipo de perro, a partir de sus características físicas y anímicas, y a partir de sus costumbres; así como las relaciones afectivas que los amos establecían con ellos y los cuidados que les brindaban.




Juan Manuel Aguilar Antonio (Universidad Nacional Autónoma de México), "Vidas caninas: reflexiones en torno al perro en la literatura de Virgina Woolf, Milan Kundera y Sivina Ocampo"

El perro nunca ha sido el animal predilecto de la literatura, y mucho menos, el de los escritores. Si tuviera que escogerse a aquel ser que ocupa ese puesto, inevitablemente, se señalaría al gato, debido al carácter de independencia y noctambulismo que representa. Sin embargo, los perros ostentan un sinfín de cualidades que la mayoría de las veces son inalcanzables para el hombre, como la lealtad, nobleza e incondicionalidad. Facultades que aprecia todo ser humano pero que en su actuar le son imposibles de mantener. Ante esta perspectiva, el perro se presenta como un ser resuelto, un animal sobre el cual no existen misterios y en el que no se materializa la incertidumbre, principal motor de la ficción, la cual ama el drama y las tramas intrincadas.
No obstante, a pesar de esta condición el perro ha tenido momentos cúspide en la obra de varios grandes escritores, tales como Virgina Woolf, Milan Kundera y Silvina Ocampo. En el que más que presentarse como un enigma, el perro se transforma en un noble compañero, que sin comprender las emociones y problemas de la sociedad, permanece junto a las personas que ama con cariño y lealtad hasta donde la brevedad de su vida lo permite.



Salvador Calva Carrasco (Universidad Nacional Autónoma de México), "Sobre el tiempo y sus límites en la zoología poética de Borges"

Como el laberinto y el espejo, el tigre es uno de los símbolos ―para utilizar los propios términos del argentino― que se asocia normalmente a la figura y las letras de Borges; sin embargo, no es el único animal que puebla las líneas de su literatura. Con honrosas excepciones, la crítica ha reparado escasamente en la zoología borgeana y, más aún, en los vínculos que se pueden establecer a través de sus múltiples figuras. El tigre y otras especies felinas (jaguar, pantera) han sido profusamente estudiados, no así el resto de los animales que aparecen, sobre todo, en su poesía, a saber: un ciervo, un bisonte, un ruiseñor, un caballo, un gato, entre otros.
            Una lectura somera por lo que he denominado zoología poética de Borges, es decir, poemas cuyo eje temático es un animal, muestra un conflicto constante entre el tiempo del yo lírico y el tiempo de la criatura. Por un lado, el yo lírico envuelve en circunstancias determinadas al animal ―pese a que éste las ignore de por sí― con la intención de buscar en él una “realidad” más allá de los signos; por otro, dicho procedimiento evidencia en el propio yo lírico la “inutilidad” del tiempo y el espacio frente a una criatura que vive en un “eterno presente”. Para comprobar lo anterior me detendré en los poemas “El otro tigre”, “El oro de los tigres”, “El tigre”, “La pantera”, “Al coyote”, “La cierva blanca”, “El bisonte”, etcétera, porque creo ver en ellos una preocupación de fondo mayor que sólo es posible a través de la confrontación de los destinos y la concepción del tiempo de los hombres frente al “tiempo” vivido de los animales.



MESA 3: Mirabilia y animales


Gerardo Altamirano Meza (Universidad Nacional Autónoma de México), “El catálogo de las bestias en Le Roman de Thèbes

De entre las obras que integran la llamada triada de matière antique, el Roman de Thèbes (ca. 1150) representa cronológicamente la primera que, para su época, actualiza las narraciones de materia clásica. Como su hipotexto, La Tebaida de Estacio, el Roman da cuenta de la lucha fraticida entre los hijos de Edipo –Polínices y Tideo–, así como del asedio y conquista a la gloriosa ciudad fundada por Cadmo, Tebas. Sin embargo, todos estos acontecimientos se sitúan en un contexto medieval.
Ahora bien, entre los momentos épicos, empero, la presencia animal es fundamental para la historia que narra el clérigo. De esta manera, por las páginas del texto desfilan grifos que custodian caminos, la célebre esfinge –mitad mujer, mitad bestia– que lanza su temible acertijo, caballos más veloces que aves, serpientes amaestradas, cebras que jalan carros de guerra, así como un ave autómata que adorna una tiendas militar y que, gracias a la energía térmica que le infunde el Sol, tiene la capacidad de lanzar fuego por su pico.
En esta comunicación, tengo como objetivo dar cuenta de la presencia animal en la obra referida, así como develar las funciones que cada bestia tiene. Para lograr lo anterior, primeramente se dará un contexto de la obra y después se intentará un diálogo que tenga como objetos de estudio tanto los fragmentos en los que aparecen animales en el Roman, así como su relación con otras obras, como el bestiario, el Roman d’Eneas ( o el hispánico Libro de Alexandre (ca.1270).



Claudia Raposo (Universidad de Buenos Aires), "Imaginario animal en la literatura castellana de la primera mitad del siglo XIII: el Libro de Alexandre

En la Edad Media, dominada en su mayor parte por una visión neoplatónica del mundo, los animales revistieron una importancia especial, ya que eran una cifra en el mundo visible del invisible mundo espiritual, que había que saber descifrar. Pero aún cuando esta manera de interpretar la realidad declinó, con el ascenso del pensamiento aristotélico en el siglo XII, los animales siempre mantuvieron su relevancia. De esto da testimonio su extendida presencia, ya sea como ornato significativo en la arquitectura del período, en los escudos y las enseñas, ya sea integrados en una variedad de discursos, literarios o no. Dentro de los discursos literarios, el uso de animales se aplica en una amplia variedad de recursos retóricos, algunos no siempre fáciles de identificar. La presente comunicación intenta relevar esta presencia animal en una obra capital de la literatura medieval hispánica, el Libro de Alexandre, que es particularmente abundante si la comparamos con otras producciones de la primera mitad del siglo XIII. Trataremos de establecer en la medida de lo posible su filiación,  analizar su funcionalidad en el texto y en relación con otros textos, y determinar, con las dificultades y prevenciones que implica la distancia temporal que nos separa de la obra, los vínculos con el momento sociohistórico en que fue concebida.  Por último, reflexionaremos sobre las dificultades que entraña para el medievalista abordar este polivalente objeto de estudio.


Nashielli Manzanilla Mancilla (El Colegio de México), “El león: motivo bélico y maravilloso en el ciclo del Amadís de Gaula

El león es un elemento visual y textual presente en los libros de caballerías, especialmente por la función heráldica e icnográfica que desarrolla en estas obras. Este animal adquiere diversas connotaciones simbólicas por el sentido y por el significado que se le otorga, por ejemplo en la caracterización del personaje o por su aparición en episodios particulares, significativos, como la investidura caballeresca.
En esta comunicación me centraré en estudiar la función del león como un motivo bélico y un motivo maravilloso dentro del ciclo del Amadis de Gaula, concretamente en Amadís de Gaula, Las Sergas de Esplandian, Lisuarte de Grecia y Amadís de Grecia, para mostrar cómo su utilización y las refuncionalizaciones con las que aparece este animal en algunas narraciones del ciclo amadisano resaltan muchos aspectos esenciales para la configuración del caballero protagonista.


Simón Andrés Villegas Bedoya (Universidad de Antioquia, Colombia), “El alano, el azor y el caballo: animales maravillosos en el Libro del caballero Zifar

En su viaje a las Islas o Ínsulas Dotadas, Roboán, el hijo menor de Zifar, es tentado por el diablo a solicitar de su esposa, la emperatriz Nobleza, sucesivamente tres animales para su propia honra y regocijo: un alano, un azor y un caballo. Estos animales, de pleno carácter maravilloso por las circunstancias de que surgen y se ven rodeados, cumplirán una función de importante significado para el destino de Roboán en el reino encantado de Nobleza. En efecto, es justamente la codicia que por la posesión de estos animales siente el joven hijo de Zifar el elemento que determina la tragedia final que debe afrontar este personaje: el rechazo de su esposa y la expulsión de las Islas. Así pues, el objetivo de este trabajo es demostrar y explicar la relevancia que los tres animales maravillosos poseen en este episodio de la gesta de Roboán.



MESA 4: Animales y magia


Paola Zamudio Topete (Universidad Nacional Autónoma de México), “La serpiente femenina en los libros de caballerías: doncellas, magas, encantamientos y metamorfosis”

La figura de la mujer serpiente recorre imágenes y textos de diversas tradiciones y épocas. Mesopotamia, por ejemplo, representaba a sus primeras diosas con figuras serpentinas, el poema épico babilónico Enuma Elish contaba la historia de la divinidad Tiamat a quien se dibujaba como mujer serpiente unida al elemento acuático y la Antigüedad grecolatina tenía su mejor representación en Equidna, monstruo híbrido con cuerpo de serpiente, y Lamia, ser híbrido mitad serpiente, cuya imagen femenina se encontraba en los pechos y en la cabeza.
En la literatura caballeresca también hay algunos ejemplos representativos como el de Tirant lo Blanc que contiene la historia del dragón doncella con la que se encuentra el caballero Espertius en la isla de Lango, o el Orlando Enamorado, cuya mujer serpiente se encuentra en una tumba que abre el héroe Brandimarte. Siguiendo la tradición, las novelas de caballerías hispánicas también recurrieron a la imagen de la mujer serpiente pero introdujeron variaciones en las que esta figura se vinculaba más con las doncellas de los caballeros o sus magas protectoras. Pero ¿de qué forma se introduce en los textos?, ¿cuáles son sus características principales y función? Esta comunicación es un intento por contestar estas preguntas y analizar a la mujer serpiente siguiendo su figura a través de las distintas obras que le dieron cabida.



Alfonso Padrón Martínez (Universidad Nacional Autónoma de México), "Ingredientes animales en los hechizos medievales, el caso de La Celestina”

Dentro de los arquetipos que la literatura española dio al mundo de las letras está el de la celestina o alcahueta, perfeccionado por Fernando de Rojas a partir de la trotaconventos del Arcipreste de Hita. Sin embargo, antes de ser una intermediara entre los amantes Calixto y Melibea,  Celestina es sobretodo y reconocida por todos como una bruja y hechicera, capaz de remendar virgos y doblegar voluntades con la philocaptio
Ahora bien, aun cuando ella puede llevar a cabo pactos satánicos, existe un factor indispensable en su oficio: la utilización de diferentes ingredientes de origen animal, ya sean fantásticos como ala y uña de draco o cotidianos como sangre de murciélago y ojos de loba. Ciertamente, el imaginario popular pinta sin excepción alguna a las brujas en compañía de animales nocturnos o relacionados con lo nefasto y fatídico, como gatos negros, lobos y cuervos, lo cual funciona en el plano semántico-cognitivo como un refuerzo de su papel negativo-maléfico y su proximidad con el ámbito demoniaco.
Es mi objetivo señalar el papel de los animales como ingredientes obligados en los actos de brujería en la Edad Media, en específico en La Celestina, pues Fernando de Rojas plasma todo un “recetario” ideológico sobre qué animales y qué partes son las que necesita una hechicera para ejercer su oficio y con ello reafirmar su función dentro del imaginario colectivo que a pesar del paso del tiempo sigue vigente en la sociedad moderna, como es el caso de México, Nueva Orleans, Haití o Cuba.


Xochiquetzalli Cruz Martínez (Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa), “Sobre anfibios e insectos: un hechizo novohispano para ganar el amor de una fembra

Desde tiempos inmemoriales la magia ha sido parte del conocimiento del orbe en las sociedades primigenias hasta la actualidad. Así, desde el punto de vista de la historia de las mentalidades ésta es un sistema simbólico. De allí,  partiendo de la aseveración casseriana de que el ser humano es un homo simbolicus, es lógico pensar que este sistema sea parte fundamental para explicar la visión de mundo del hombre,  la posición qué ocupa además de su evolución con respecto a lo “otro” con el fin de dar forma y comprender su contexto cultural. Por lo tanto, en esta comunicación nos ocuparemos de estudiar un hechizo intercalado dentro del volumen 1131, expediente exp. 4, fol(s) 116r-117v del Ramo inquisición del  Archivo General de la Nación de México imputado a un soldado alemán llamado Agustín Kelin en 1743, quien le dijo a otro militar cómo obtener el amor de cualquier mujer utilizando una rana y un hormiguero. De esta manera, desentrañaremos a través del simbolismo zoológico los hilos amorosos que tejen esta historia y con ello  trataremos de contribuir un poco al vasto campo del estudio la literatura de la Nueva España.




MESA 5: Bestiarios, tradición y trascendencia 



Néstor D. López Reyes (Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa), “La bella y las bestias. El manejo del Bestiario Medieval en la construcción del personaje femenino en la tragedia calderoniana"

La herencia cultural-alegórica de los bestiarios es una fuente de la que bebe Pedro Calderón de la Barca para procurar un aspecto didáctico intrínsecamente reflejado en la construcción de sus tramas y personajes. Si bien el Bestiario tiene una tradición medieval antigua, su influencia se deja sentir directamente en el contexto español áureo renacentista, viéndose reflejado en sus representaciones literarias y artísticas. En el caso concreto del dramaturgo aludido, sus piezas reflejan alusiones y menciones a las bestias, así como toda una gama zoológica, puesto que tienen la función específica de ser un parámetro por medio del cual el espectador promedio de la época puede identificar el valor moral que se halla en la trama, mediante una imagen zoológica. Mi propósito es identificar la utilización del elemento del bestiario en la construcción de un personaje en la pieza dramática La cisma de Inglaterra (1627 aprox.), específicamente de Ana Bolena, ya que su identificación y comparación con las bestias es esencial para comprender tanto su carácter como la imagen que el espectador tiene de ella a partir de esta analogía, todo con la intención de apreciar cómo un elemento antiguo puede ser revalorado por un notable comediógrafo moderno. De esta manera pretendo mostrar el valioso peso cultural medieval en obras de corte barroco y el significado que su influencia pueda tener en la ideología posterior al periodo medieval.



Lis Montoya Hernández (Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa), “La presencia del Bestiario en los sonetos amorosos gongorinos"

Luis de Góngora y Argote, fue uno de los principales autores del Siglo de Oro Español. Su influencia llegó a abarcar a varios poetas posteriores a su época.  La obra del poeta cordobés, consta de romances, letrillas, sonetos, 3 largos poemas (Fábula de Polifemo y Galatea, Soledades y Panegírico al duque de Lerma) y dos obras dramáticas (Las Firmezas de Isabela y Doctor Carlino).
Considerando su etapa temprana como compositor de poemas he tomado en cuenta para el presente análisis los Sonetos Amorosos. Lo que se pretende realizar en éste trabajo es la influencia del Bestiario Medieval  en 12 de los 45 poemas amatorios, con el fin de rendir cuenta de cómo Góngora incorpora características de animales en sus sonetos y cómo estos cumplen con una función específica en los mismos. El análisis irá enfocado en agrupar algunos sonetos con algún animal aparecido en los Bestiarios. Así, en conjunto con las alusiones mitológicas, las figuras retóricas, la perífrasis, entre otros elementos, veremos cómo el poeta realizó composiciones llenas de artificio y calidad estética, pero sobre todo, veremos cómo refuncionaliza los recursos técnicos para presentarnos composiciones poéticas llenas de belleza ornamental, donde uno de los ejes principales, es la imagen de la mujer, pero también, la presencia del Bestiario, será importante, debido a que cada animal citado, cumple una función importante en cada poema


Ana Elvira Vilchis Barrera (Universidad Nacional Autónoma de México), “El hombre como protagonista del Bestiario de Arreola”

Decir que el Bestiario de Arreola es una obra de gran actualidad, y que el lector puede encontrar muy cercanos algunos de los textos que la componen, son afirmaciones paradójicas. En primer lugar, porque a pesar de la innegable actualidad de la obra, Arreola retoma en ella una tradición que se remonta a los clásicos; y en segundo lugar, porque, pese a que el lector puede sentir la obra como algo cercano a su tiempo, el Bestiario se acerca al lector mediante el distanciamiento. Si bien, como su nombre lo indica, los bestiarios suponen ser obras que describen y dan cuenta de una serie, generalmente variada, de animales —reales o ficticios—, el ser humano se encuentra profundamente presente en ellos. La forma en que el hombre, como autor, lector o personaje, aparece y se esconde en la obra, es lo que se pretende analizar en este trabajo, como una característica ya presente en la tradición de los bestiarios —retomando principalmente los medievales— que se renueva y resalta en la obra de Arreola.


Zarahemla Aguilar Rodríguez (Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa), "Lo maravilloso y lo fantástico. Una comparación entre los bestiarios y el Manual de zoología fantástica de Jorge Luis Borges"

En el medioevo, los seres extraordinarios y los hechos prodigiosos poblaron la cotidianeidad. Los autores de los bestiarios y de los libros de viajes efectuaron una labor sumamente importante, pues recrearon la realidad; divulgaron sus ideales, los cuales fueron adoptados por la sociedad.  Lo exótico o lo extraño nunca dejó de fascinar a los autores de los bestiarios y de los libros de viajes. Lo maravilloso, como lo concebimos hoy en día, no fue tal para la Edad Media, sino que constituyó la noción de verdad      para tratar de dilucidar el entorno factual. En nuestros días los paradigmas han cambiado, por tanto estos seres se nos imponen como fantásticos. Jorge Luis Borges nos presenta un atractivo manual de zoología e integra animales y monstruos cuya existencia fue vigente durante determinada época. Ahora, la esencia de estos seres resulta eminentemente literalizada. Tanto los bestiarios como el manual de Borges poseen aspectos estéticos, ambos pretenden deleitar, sin embargo, a los primeros se los forjó para divulgar su contenido verídico; el segundo nos otorga información a partir de diversas fuentes y para los lectores resulta siempre una obra de carácter fantástico. Al compendio de animales se lo ha despojado de su verdad para dar lugar a la ficción mediante la poiesis artística.


MESA 6: Animales alados


Rubén Borden Eng (Universidad Nacional Autónoma de México), "Itzamnaaj y el colibrí: una breve nota en torno al vaso K8008 de Tikal”

Al interior de la sociedad maya precolombina, los vasos pintados eran objetos de gran prestigio que servían para elevar el estatus social de sus propietarios. En ellos, es posible encontrar tanto diseños geométricos como figuras naturalistas, al igual que escenas palaciegas y mitológicas ocasionalmente acompañadas de textos jeroglíficos, cuya variedad abarca, desde las cláusulas simples y de etiquetado, hasta los diálogos que entablan los personajes que participan dentro de una circunstancia concreta. La unión de texto e imagen en este tipo de vasos les ha conferido un singular valor, debido a la gran cantidad de información que nos ofrecen sobre ciertas prácticas políticas y culturales. Así pues, en esta breve presentación, abordaremos algunos de los elementos que configuran la famosa escena mitológica de Itzamnaaj y el Colibrí, pintada sobre el vaso K8008 (MT176) de Tikal, a partir de sus características tipológicas e iconográficas, en relación con el diálogo que establecen ambas entidades, y la función del texto y de la imagen en correlación con el objeto sobre el que se hallan plasmadas.



Lilián Camacho Morfín, (Universidad Nacional Autónoma de México), “Las aves en la Galatea de Miguel de Cervantes”
Un aspecto caracterizador de la literatura pastoril constituye la presencia de diversas aves, las cuales no sólo sirven como marco para las historias que se cuentan, sino que también cumplen con funciones simbólicas, metafóricas, culturales y caracterizadoras de personajes. En esta ponencia se estudian las aves presentes en La Galatea, se ofrece un inventario de las mismas y se muestran las funciones en relación con la trama, a fin de demostrar que la escasa presencia de las mismas se debe a que Cervantes da prioridad a la emoción de los personajes y a la narración de sus aventuras sobre la caracterización del espacio, a diferencia de lo que ocurre en el Quijote.



Gloria Libertad Juárez San Juan (Secretaría de Educación Pública), “«También yo soy carpintero / cuando estoy con mi muchacha»: el pájaro carpintero en algunas manifestaciones de la tradición oral mexicana”

En la tradición oral mexicana la presencia de las aves es sumamente importante y reveladora: en la lírica, dicha presencia es abrumadora y se perfila como una herencia indígena. Estas aves, además de volar y trinar, hablan “de veras” como los humanos por medio de una imaginación fabuladora.  En la narrativa tradicional mexicana, por su parte, la presencia de las aves —en ocasiones— toma un matiz distinto, puesto que suele estar relacionada con mitos y/o creencias populares regionales.
Este es el caso del pájaro carpintero, singular ave cuya presencia se ha documentado en leyendas veracruzanas y huastecas; en un son de Xantolo y en los sones “El pájaro carpintero” y “El querreque”, la pieza yaqui “El carpintero”, además de algunas otras manifestaciones musicales regionales en el país.   




MESA 7: Latinoamérica periplo de los animales literarios


Karla Guadalupe González Niño (Universidad Nacional Autónoma de México), “Animales ocultos. Un acercamiento a la narrativa de Amparo Dávila”

Sin lugar a dudas los animales han suscitado en el hombre una conexión sorprendente. No sólo por la gran acogida dentro de las tradiciones religiosas, que responde a la constitución del mundo y el ser humano, sino por su entrada en el imaginario colectivo. La literatura no ha dejado de participar en esta relación, a veces formándola y en otras ocasiones destruyéndola. La producción de Amparo Dávila conjuga ambos puntos. La tradición animalística de corte fantástico está latente en sus cuentos, sin embargo, siempre queda contenida, al borde de mostrarse plenamente. Quizá la magia de su narrativa escriba en el refinado ocultamiento de la identidad de los animales, personajes a todas luces ambivalentes. El lector está en perpetuo conflicto, sin poder inclinarse por una interpretación se maravilla con la pluralidad de significados. El presente trabajo busca explorar la peculiar creación de figuras animales o animalizadas presentes en sus cuentos, con el fin de develar su condición fantástica y experimental, sin olvidar su importancia dentro de la narrativa mexicana contemporánea



María del Rocío García Rey (Universidad Nacional Autónoma de México), “Carmen Lyra y los cuentos de tío Conejo”
En este trabajo rescataremos la figura del tío Conejo, misma que recreó la costarricense Carmen Lyra, mediante cuentos infantiles que forman parte del emblemático libro: Cuentos de mi tía Panchita.
Mostraremos que los cuentos del tío Conejo son una recreación y reescritura que hace Lyra, pues dicho personaje es parte de la llamada literatura folclórica latinoamericana. Aunque además, Lyra hace mención de la influencia de los cuentos de “Uncle Remus” del norteamericano Joel Chandler (1848- 1908). Haremos, por  ello, un somero contrapunteo entre el tío Conejo que presenta Lyra y otras versiones de América Latina.
Asimismo presentaremos los diversos cambios que se implementaron en el personaje durante los primeros años de la década  de 1920, en Costa Rica.



Aída Rodríguez Barroso (Universidad Nacional Autónoma de México), "«Seu cheiro hortelá e alecrim». Análisis de «Los dragones no conocen el paraíso», de Caio Fernando Abreu"

Análisis de forma y fondo del cuento “Los dragones no conocen el paraíso”, en el cual se abordará cómo Caio Ferrnando Abreu, a partir del uso de ciertos recursos estilísticos (como la repetición, el empleo del punto y seguido, párrafos breves, el tipo de adjetivación, etc.), invierte los valores del imaginario clásico que se tiene en torno a los dragones para elaborar una alegoría sobre la vida con otro, la compañía, la soledad...
La voz narrativa cuenta cómo prepara paraísos artificiales llenos de objetos,  símbolos de los presentes que generalmente se dan los enamorados, sólo para que la criatura se quede,  pero para desgracia del narrador viene y va, no “permanece”. Mi ensayo tendrá en cuenta los referentes clásicos de la figura mitológica y cómo el escritor brasileño los retoma y también los contradice a lo largo de este cuento, el cual da nombre a la serie de relatos que, en palabras de su autor, “son una novela móvil o un libro de cuentos que giran en torno al amor y la muerte”.
El ambiguo dragón  de escamas verdes y azuladas huele a “hierbabuena y romero”, de ahí el título de mi trabajo. 






MESA 8: ¿Bestia humana u hombre animalizado?


Yazmín Victoria Huerta Cabrera  (Universidad Nacional Autónoma de México), La bestialidad del hombre como origen del mal en Boecio”

La destacada carrera política de Anicio Manlio Severino Boecio se eclipsó en el año 524 d. C. a causa de la imputación del crimen de lesa majestad en contra del rey Teodorico. El veredicto de esa injusta acusación fue la sentencia de muerte y la confiscación de sus bienes. Boecio fue encarcelado en Pavía y aguardó el momento de su ejecución; mientras estuvo recluido escribió su magna obra, La consolación de la filosofía, en la cual expuso su indignación por las intrigas políticas y por el castigo inmerecido que le ocasionó la pérdida de su cargo burocrático, reputación y fortuna. Afligido por su situación y defraudado por la suerte, estalla en un duro reclamo: ¿cómo es posible que Dios, ser omnipotente, permita la existencia del mal? ¿por qué los hombres malvados quedan impunes? La Filosofía le ayuda a Boecio a encontrar respuesta a sus interrogantes a través de un diálogo racional consigo mismo con el fin de aquietarlo y devolverle la ecuanimidad. Los planteamientos presentados dan pie al autor para desarrollar una reflexión sobre el origen del mal, cuestión que desarrolla en el libro IV de su producción. Boecio, valiéndose de la comparación con ocho animales, fundamenta su postura sobre la justificación del mal en el mundo. La presencia de los animales en la obra literaria de Boecio (IV. 3. 17-21) sirve para simbolizar los vicios de los hombres, los cuales, impulsados por varios motivos, se despojan de su condición humana y transforman en bestias. El objetivo de la exposición consiste en presentar la concepción del autor sobre el tema del mal y destacar el simbolismo de los animales con las pasiones humanas.


Robinson Ayala Mejía (Universidad de Calgary, Alberta, Canadá), "Representación animalesca en Don Quijote: Correspondencia identitaria entre animal y dueño"

Tradicionalmente, la atención crítica de la novela cervantina se ha enfocado en dilucidar las personalidades e identidades de los principales protagonistas, es decir la del Caballero de la triste figura y la de su escudero. En este afán crítico ha girado alrededor de la influencia de la imprenta y el libro en el cambio de conducta de los individuos. Sin embargo, la crítica poco ha fijado su atención en la presencia animal en Don Quijote. El texto cervantino está repleto de referencias a los animales que acompañan a mucho de los personajes. Desde el principio de la novela se nos dice que don Alonso Quijano poseía un « rocín flaco y [un] galgo corredor » (27); la figura de Sancho Panza está siempre relacionada, aun en la cultura popular, a su bien amado asno, su rucio. Pero lejos de ser los únicos personajes animales, la novela contiene alusiones a armiños, burros, cabras, hurones, leones, mulas, ovejas, perdigones, junto con diversas variedades de caballos (palafrenes, hacaneas, yeguas) y perros (galgos, podencos). Cada uno de estos animales parece proyectar sus cualidades y rasgos sobre sus dueños. Por ejemplo, de las armas de don Quijote se dice que quería « limpiarlas de manera que lo fuesen más que un armiño » (34). El armiño, una criatura de la familia de los mustélidos, es un animal blanco, símbolo de pureza y de nobleza; su utilización en el texto de Cervantes no es fortuita, su inclusión nos indica las intenciones excelsas de don Quijote. Mi exposición enfocará cómo el proceso de creación literaria se sirve de las imágenes tradicionales y populares de los animales para ayudar al autor a crear personajes que el receptor pueda comprender a través de los rasgos animales.



Coral Velázquez Alvarado (Universidad Nacional Autónoma de México),  “Homicidas, adúlteros y sabios. Los simios en tres cuentos de fin de siècle


A finales del siglo xix, la ciencia cobraba gran importancia en el discurso, en especial los estudios médicos hacían eco en el análisis de casos criminales. De modo tal que se crearon ramas especializadas como la frenología, las cuales dedicaron sus esfuerzos a determinar las características físicas y fisiológicas que determinaban a sus ejecutores. Asimismo, en el estudio antropológico trató de determinarse por qué las culturas decaen o no progresan nunca, qué de especial tienen los sujetos pertenecientes a ellas.
Bajo este influjo los literatos crearon formas novedosas de narrar casos clínicos y policiacos en los que sus protagonistas son minorías y aislados sociales. Sin embargo, existen también aquellos que llevaron su pluma más allá, con finales sorpresivos lograron humanizar lo imposible en una época de razón y progreso: la animalidad; esto por medio de algunos de los animales más cercanos al hombre en la categoría de primates, los grandes simios.
El objeto de la presente ponencia es el análisis de los discursos en torno a estas figuras incluidas en los relatos “The Murders in the Rue Morgue” (Edgar Allan Poe), “Yzur” (LeopoldoLugones) y “Un adulterio” (Ciro B. Ceballos), que aunque de distintas especies siempre presentan el común denominador del discurso circulante en la época, además de su retrato como raza atrasada, pero con capacidades de pensamiento.



Márcia Seabra Neves (Universidad Nueva de Lisboa Portugal), De la animalización del hombre a la humanización del animal: para una lectura de la obra Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago"

De las últimas décadas del siglo XX hasta nuestros días, hemos sido testigos de un cambio profundo en la relación entre el ser humano y no humano, cada vez más concentrado en una supresión gradual de las fronteras que desde siempre los han separado y en un cruce entre ambos. Este acercamiento se ha reflejado, evidentemente, en términos de creación literaria, donde cada vez más los escritores buscan equiparar nuevas formas de interacción con la otredad animal, ya sea mediante el intercambio de sentidos y afectos entre las dos especies, o mediante la indagación introspectiva de la propia animalidad que nos constituye, a nosotros — los humanos.
José Saramago, escritor portugués galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1998, fue uno de esos autores contemporáneos, que además de reflexionar sobre la naturaleza ontológica del animal, también se interrogó acerca de la esencia animalesca del ser humano. Se pretende, por lo tanto, con este estudio, proceder a una lectura crítica e interpretativa de la novela Ensayo sobre la ceguera, a fin de investigar los procesos de ficción de la figuración de la animalidad manifestados en la obra, destacando en particular los fenómenos de animalización del hombre y de humanización del animal. Nos centraremos, por un lado, en los procesos narrativos de bestialización del hombre que, despojado de su alma racional, se sumerge en la animalidad más profunda, aproximándose de aquello que Michel Foucault ha denominado grado cero de la naturaleza humana. Por otro lado, analizaremos las estrategias narrativas de reconocimiento ontológico del animal, dotado con la condición de sujeto y con una subjetividad propia.



MESA 9: Equinos cabalgando en el campo literario


Francisco Javier Cárdenas Ramírez (Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa), “El Libro de Albeytería de Juan Suárez de Peralta, primer tratado novohispano de veterinaria"

Como es bien conocido, Cristóbal Colón introdujo al Nuevo Mundo el caballo pues algunos nobles que lo acompañaban en sus expediciones bajaron con estas bestias el 12 de marzo de 1492 a la isla La Española. Tiempo después Hernán Cortés y sus soldados, en plena conquista, hacen uso de este animal como herramienta bélica para ganar militarmente Tenochtitlan. Con esto y acabada la conquista se introduce a las Indias Occidentales la cultura europea de la ganadería y albeitería.
     En esta comunicación pretendo exponer el primer tratado de albeitería de la Nueva España, el cual fue escrito por el criollo Juan Suárez de Peralta (1537.1590?), más conocido por su Tratado del descubrimiento de las Indias y su Conquista. En primer lugar comentaré la proliferación de tratados de albeitería en España en el siglo XVI; después indicaré cuatro puntos importantes: 1) quién fue Juan Suárez de Peralta; 2) qué contenido temático tiene el tratado; 3) a quién va dirigido y qué finalidad tiene, y 4) los humores y la complexión de los caballos según el criollo Suárez de Peralta. Los tres primeros puntos de manera breve; el cuarto más extenso.
     Con esto pretendo ubicar al caballo en Nueva España como un animal sumamente importante que formaba parte del paisaje de la grandeza mexicana que describió Bernardo de Balbuena en 1604, y como un animal que generó, gracias al cuidado y al amor de Suárez de Peralta, una primera y aproximada ciencia veterinaria novohispana.



Rafael Rodríguez Victoria (Universidad Nacional Autónoma de México), “Locura a caballo entre dos novelas Rocinante de Avellaneda y Rocinante de Cervantes”

De acuerdo con los críticos Américo Castro y Stephen Gilman, Avellaneda (o quien se haya ocultado tras dicha identidad), con su versión de la segunda parte del Quijote, intentó increpar y minimizar la prosa cervantina y a Cervantes mismo. Alonso Fernández, en el Prólogo a su novela, declara haber escrito una obra distinta como de “opuesto humor también al suyo”. Podría decirse que ambas obras, la primera parte del Quijote y su continuación “apócrifa”, son estética e ideológicamente opuestas. Dicha oposición puede ser criticada, teniendo como punto de partida al personaje de Rocinante. El caballo del Ingenioso Hidalgo, para Cervantes, tiene cabida en la sátira de la literatura de caballerías; pero, relacionado a la locura del Caballero de la Triste Figura, ocupa un lugar nada despreciable en la configuración del personaje, en su ética y moral, así como en la visión de mundo de la novela entera. En cambio, para Avellaneda, Rocinante es una pieza funcional en el desarrollo de la historia, la sátira de la literatura de caballerías, símbolo útil para atacar veladamente a Saavedra y, sobre todo, es uno de los medios con los que da cause a un compromiso ético y moral explícito en el prólogo y plausible a lo largo de la obra: escarmentar la locura del Caballero Desamorado. De tal manera que, la representación de Rocinante asociado a la locura de personaje, en la primera parte del Quijote de Cervantes y la segunda parte de Avellaneda, es evidencia de dos visiones de mundo opuestas.



Libertad Paredes Monleón (Universidad Nacional Autónoma de México), “Función y significado del devenir Rocinante de Don Quijote en la primera parte de El Quijote

Esta propuesta de investigación tiene como objeto de estudio el análisis de la simbólica alianza entre Rocinante y don Quijote para dilucidar su función y sentido en las acciones del caballero andante. Devenir animal, desde los planteamientos de Deleuze y Guatari,[1] significa una unión simbólica y compleja entre el animal y el ser narrados, que no se limita a la simple semejanza o correspondencia de relaciones, sino que alcanza un nivel dinámico, creador y real en que se forma un pacto con significaciones únicas. Desde un orden simbólico de entendimiento podemos estudiar entonces la personificación de Rocinante y la animalización de don Quijote, cuya alianza resulta un elemento clave para comprender la dimensión erótica del protagonista, así como el sentido incierto de su camino, el cual se va tejiendo con la voluntad de Rocinante, esa “dura estrella” que conduce al caballero andante y lo contagia a reinventarse, a ponerse en duda. Para comprender esta problemática revisaré, principalmente, el episodio de Rocinante con las yeguas, el cual se desarrolla en el capítulo xv y sirve como preludio al capítulo xvi, en el que don Quijote se encuentra sexualmente con Maritornes en la venta de Juan Palomeque el Zurdo


Libertad Estrada Rubio (Universidad Nacional Autónoma de México), “Vidas equinas desde la mirada de Ángel de Campo y Alberto Leduc”

Analizaré dos relatos protagonizados por caballos: “Gladiator” de Ángel de Campo (publicado en el libro Ocios y apuntes de 1890) y “Azabache” de Alberto Leduc (editado en La Gaceta. Semanario Ilustrado en 1908). Tanto De Campo como Leduc fueron narradores capaces de comprender el sufrimiento de los seres marginados por el entorno urbano (personas de estrato socioeconómico bajo, niños y animales). Las obras seleccionadas tratan sobre dos hermosos e inteligentes equinos a los que la vida y la sociedad poco a poco dejaron de sonreírles. Gladiator y Azabache, acostumbrados a los cuidados procurados por la gente del hipódromo y de la milicia, respectivamente, con el tiempo dejaron de ser útiles en sus faenas porque empezaron a envejecer. Sus músculos ya no eran tan ágiles, su piel ya no era tan lustrosa y fueron vendidos. Azabache, en ese momento conocido como Zopilote, comenzó a trabajar como bestia de carga en una carroza fúnebre, mientras que Gladiator, ahora renombrado Zopenco ex Gladiator, después de transportar alfalfa, fue comprado para un espectáculo taurino de rejoneo. Las descripciones cobran una especial importancia en ambos textos, pues a través de ellas se refuerza la idea de la decadencia de la vida de los animales que el narrador intenta transmitir. La muerte dolorosa, injusta y triste, sorprende a nuestros héroes cuadrúpedos; destaca la crueldad de las escenas de “Gladiator” y se debe a que responden a una perspectiva estética con tintes naturalistas. En “Azabache” las topografías de la playa y la prosopografía del protagonista revelan la sensibilidad artística del modernismo de matiz decadente porque emanan la melancolía de la muerte y la pestilencia de los cadáveres que transportaba el caballo. Al final, aunque de diferente manera, ambas narraciones reflexionan sobre la ingratitud, la falta de compasión y el salvajismo de los seres supuestamente racionales.



MESA 10: Animales especulares 



José Luis Franco Tizcareño  (Universidad Nacional Autónoma de México), “La ambigüedad en el discurso moralizante medieval. Un ejemplo: las hormigas, de san Isidoro de Sevilla a don Juan Manuel”

Los animales en la Edad Media constituyen una fuente se saberes de gran importancia debido a la simbología y los mitos que representan en su relación con el hombre. Si bien su prestigio proviene de las fábulas en la antigüedad, todo aquello que se diga o se piense de un animal es digno de estudio porque en el medievo tiene una proyección bíblica. Dios es el creador de todas las cosas. El objetivo de este trabajo es mostrar mediante un breve análisis la ambigüedad en el discurso moralizante y didáctico sobre las hormigas en la literatura ejemplar de la baja Edad Media. En realidad, se trata de observar en distintos textos, que van de san Isidoro de Sevilla hasta don Juan Manuel y algunos bestiarios, cómo estos diminutos animales sirven para señalar tanto el bien como el mal. Como se sabe, la didáctica ex contrario es una de las formas de enseñanza más aplicadas.
En el imaginario medieval existen tres tipos de animales, los que ayudan al hombre y por lo tanto se distinguen por sus buenas obras; los que son perversos y se les asocia con el mal, representan todo lo contrario a la voluntad de Dios; y los ambiguos, es decir, aquellos cuya función simbólica puede estar tanto del lado del bien como del mal. Éste es el caso de las hormigas que como veremos se les asocia con la inteligencia, son previsoras, pero a la vez, son egoístas, capaces de burlarse de la desgracia ajena y con ello pierden toda unidad con la ideología cristiana que es la religión dominante medieval. La finalidad es mostrar el tipo de argumentos relativos a la ambigüedad y su carácter probatorio en la literatura ejemplar que también busca deleitar enseñando.



Penélope Marcela Fernández Izaguirre (Universidad Nacional Autónoma de México), "«Hasta su propia figura resulta en todo como la de un León»: el león en la semántica heráldica y fisiognómica del Libro de  Alexandre


Las copiosas estrofas del Libro de Alexandre, escritas en cuaderna vía y que se incluyen en la escuela poética denominada Mester de Clerecía, adhieren al relato mítico frecuentes alusiones zoológicas, así, entre las más de treinta especies que se nombran, el león ocupa un lugar destacado que se intuye por el número de veces en las que el anónimo autor se ocupa de este animal. En este sentido, es evidente que la inclusión del félido en la narración aporta conocimiento sobre las características físicas, psicológicas e ideológicas del personaje de Alejandro Magno: fortaleza, valor, poder, majestad, nobleza, coraje y soberbia. En los actos y vida medievalizada del rey macedonio se perciben similitudes con la parte simbólica del rey de la selva. En este sentido, con esta comunicación pretendo acceder al significado del león en el contexto de este relato del siglo XIII, para lo cual enfatizaré, por un lado, su presencia en el diseño de la heráldica y, por otro lado, su importancia en la descripción fisiognómica del protagonista.


Mariel Aldonza Palma Villaverde (Universidad Nacional Autónoma de México),  "«Que yo faré quanto pueda por ser atán fermosa»: Algunas consideraciones entorno al uso de pieles de animales en el Libro de Buen Amor y La Celestina

En la baja Edad Media el uso de pieles de animales era constitutivo para la hechura y adorno de los vestidos. Estas pieles van desde pellejos hasta refinados pelajes que daban a quien lo portaba un símbolo de poder y de prosperidad económica.
Así como en la actualidad, el vestido era una vena importantísima en la vida social; por eso, la gente de la época empeñaba o gastaba cuantiosas fortunas con tal de tener tal o cual atuendo.
El objetivo de esta comunicación, pues, será analizar este comportamiento extremo a partir del uso de un refrán en La Celestina y de la fábula del pavón y de la corneja en El libro de Buen Amor. En ambos textos, la piel de un animal se usa como metáfora de la envidia o la codicia que puede generar el uso de ciertos atavíos.




[1] Gilles Deleuze y Félix Guatari, “Devenir-intenso, devenir-animal, devenir-imperceptible”, Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia, trad. José Vázquez Pérez, Pre-textos, Valencia, 2004, pp. 239-217.